viernes, 30 de mayo de 2014

AGATHA CHRISTIE TELÓN

Esta semana, a punto de empezar la Feria del Libro, quise realizar una asignatura pendiente en el género y leí TELÓN de Agatha Christie.  Se publicó en 1975 pero para mi era una primera lectura.

Lo compré entonces, nada mas salir y lo guardé. Se anunciaba que sería el último caso de Poirot y por aquel entonces yo estaba inmersa en las obras completas de la Christie y no me dio la gana leerlo pues ya se filtraba que el pequeño belga moriría.  Hace poco vi el episodio correspondiente a Telón dentro de la 13ª temporada de la muy conseguida serie de la BBc con David Suchet como el Poirot mas cercano al personaje de la Christie en su historia.  Y claro, me atacó el gusanillo de leer el libro.






Relatada por el incondicional Hastings la acción transcurre en Styles, escenario de la primera novela que protagoniza Poirot, lugar donde  se comete un crimen entre la alta burguesía inglesa y Poirot, un refugiado belga de la 1ª Guerra Mundial pone sus pequeñas células grises al servicio de la resolución del crimen.  Es en esa ocasión cuando conoce a un joven Hastings que ha vuelto herido de la guerra y ya convaleciente  se aloja en Styles como huésped de los Cavendish dueños de la mansión Styles.
Es el cierre de un círculo vital, de una amistad y colaboración que los marcó a los dos y que la autora, sintiendo que para ella esta a punto de caer también el telón, ha querido concluir.

El tono es melancólico plagado de las reminiscencias de Hastings que hace constante comparación entre aquellos gloriosos años veinte, ese loco período de entre guerras y el actual gris y lleno de carencias  que deja una guerra mucho mas cruenta para Inglaterra como la Segunda Guerra Mundial. Es un Hastings dolorido por la ausencia de su mujer fallecida, por el desapego de sus hijos y el antagonismo de Judith, su hija menor y la mas querida por él.
La mansión Styles tampoco es lo que fue. Reconvertida en casa rural de medio pelo sus actuales dueños luchan por recobrar algo del antiguo lustre para atraer a las clases mas pudientes que puedan salvarles de una ruina total.
Los personajes que pululan por la historia son unos seres vencidos por la vida o totalmente desengañados de esta. Solos o mal acompañados, intentan poner al mal tiempo buena cara y salvar un poco de los restos de su dignidad.

Y en medio de ellos un asesino implacable y un viejo detective empeñado en acabar con su carrera criminal.
Poirot sabe quien es pero también sabe que no hay forma humana de probar su participación en al menos cinco casos donde otros fueron declarados sospechosos o culpables. Mira a su alrededor y presiente que allí se encuentra el caldo de cultivo ideal para un asesino como el que Poirot presiente. Hay que detenerlo y porque además se encuentra entre los presentes la hija preferida de Hastings y Poirot teme por su seguridad es que escribe a su amigo y reclama su presencia. Le pide que como antaño sea sus ojos y sus oídos pero sin decirle de quien sospecha y de esa forma revivir el magnifico dúo que tantos éxitos proporcionó a su fulgurante carrera de detective.









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