Al otro lado del mundo, en nuestras antípodas, las mujeres decidieron juntarse un día del año 91, durante la Feria del Libro Feminista de Melbourne y, fundaron el capitulo australiano de Sisters in Crime, hermanado con aquel que fundara Sara Paretsky en Chicago en 1986.
En 1994, establecieron el galardon EL ESTILETE ESCARLATA al mejor cuento policiaco otorgado a escritoras residentes en Australia. Este va ya por su 14ª edicion.
Pero las australianas no son novatas del género. Mary Fortune (1833-1910?) fue, probablemente, una de las primeras mujeres en escribir relatos detectivescos, allá por el año 1865, cuando publicó en el Australian Journal, una serie de cuentos de misterio bajo el pseudónimo de Waif Wander. En total, escribió unos 500 relatos a lo largo de cuarenta años, casi siempre protagonizados principalmente por el detective Mark Sinclair. Su único libro, El Album del Detective (1871) es la primera recopilación de cuentos de misterio escrito por una mujer.
Murió alcoholizada y la fecha y lugar de su óbito es desconocida. Un misterio digno de esta pionera del género.
Ellen Davitt tambien escribio en el Australia Journal y su libro Force and Fraud es la primera novela australiana de misterio que se conoce. Nacida en Yorkshire, Inglaterra emigró con su marido a Australia en 1854. La pareja obtuvo reconocimiento en el ámbito de la docencia y Ellen fue tambien conferencista y expuso sus pinturas en algunas galerias de arte. Fue vilipendiada en el Libro Australiano de Biografías, acusada de prepontecia y autosuficiencia, por su caracter luchador y su seguridad innata desprovista de miedo a la autoridad masculina. Murio de cancer en medio de gran pobreza.
En 1993, Sisters in Crime pusieron una placa en su tumba y su libro Force and Fraud se reeditó ese mismo año.
Margot Neville fueron en realidad dos hermanas Ann (1887-1966) y Margot (19'7-1975), escribiendo mano a mano 22 novelas protagonizadas por los detectives Grogan y Manning, una obra de teatro con Joan Lindsay autora de Picnic at Hanging Rock, bajo un mismo pseudónimo.